Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que no logres entenderlo y aceptarlo, la vida no tendrá sentido para ti. Existen tres posibles respuestas a esta pregunta acerca del propósito de la vida. La primera respuesta es lo que llama el enfoque místico, o sea, que nos fijemos en nuestros mismos. Podrás encontrar este enfoque en muchos programas televisivos, libros y cursos. Éstos nos dicen que nos fijemos en nuestro interior para descubrir el propósito de nuestras vidas. El único problema aquí es que esto no funciona. Todos nos hemos enfocado en nosotros mismos antes…y a mí no me gustó lo que vi en mí mismo. Uno se confunde fácilmente. Si fuera tan fácil examinar nuestras conciencias ya todos sabríamos el propósito de nuestras vidas. Esto no funciona.
La segunda manera de intentar encontrar una respuesta para la pregunta del propósito de nuestra vida es lo que llamo el enfoque intelectual o filosófico. Es en busca de esta respuesta que asistimos a talleres o clases universitarios. Nos sentamos con una pipa en una mano y una taza de café en la otra mientras que nos preguntamos cosas como: ¿Por qué estoy aquí? ¿De dónde vengo? ¿Hacia donde voy?
Una vez leí un libro escrito por el profesor John Morehead, director del departamento de filosofía de la Universidad del Noreste de Illinois. El Prof. Morehead escribió cartas a 250 reconocidos intelectuales y les preguntó cuál era el significado y el propósito de la vida. Entre estos intelectuales había novelistas, científicos, reconocidos eruditos, etc. Leí el libro, que actualmente esta fuera de circulación, pero me causó un efecto deprimente ya que la mayoría de estas personas decían que no tenían ninguna idea del propósito de la vida. Algunos hasta admitieron que se inventaron propósitos para sí mismos. Otros admitieron que adivinaron cuál era su propósito. Aún otros respondieron diciendo: “Por favor avísame si sabes cuál es el propósito de la vida”
¿Sabes qué? Existe una respuesta mejor que la especulación, y ésta es la revelación. Si yo tuviera en mis manos un invento que nunca habías visto jamás, tú no tendría la menor idea del propósito de su creación. La única manera cierta de saber su propósito sería de preguntarle al inventor, la persona que lo creó, o leer el manual del usuario. Lo mismo pasa con la vida. La Biblia es el manual del usuario de la vida y tu Creador es Dios. La única manera de conocer los cinco propósitos de Dios para nuestras vidas es si empiezas a conocerle más y más. Espero que decidas comenzar este viaje hoy.
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