Como muchos artistas geniales lo han sufrido, se discute si es una enfermedad o un don. ¿Podría ser el lado bueno de la enfermedad, pensar que si uno es tocado con ese don puede llegar a destacar en su ámbito profesional, o expresarse mediante el arte?.
El trastorno bipolar –o enfermedad maníaco-depresiva– afecta al 2% de la población española.
La bipolaridad es un trastorno tan especial de la conducta y con tantas aristas, que algunos han planteado incluso la posibilidad de que antes que una enfermedad sea considerada un don, debido a la gran cantidad de artistas geniales que la han sufrido. Sin embargo, a pesar de este análisis –justificable al menos como hipótesis si uno echa un vistazo a la lista de los "enfermos" célebres–, para el paciente no es precisamente placentero padecer este síndrome que, de todos modos, no deja elección: diversas investigaciones prueban que una importante carga genética determina su aparición. Basta estudiar los casos que se dan dentro de una misma familia, como en la del escritor Ernest Hemingway.
El trastorno consiste básicamente en que la persona sufre los dos polos posibles del estado de ánimo: salta de la euforia más aguda a la depresión más profunda, muchas veces sin escalas.
"Mientras atraviesa la primera etapa, el paciente pierde la necesidad de dormir, está excitado, con ideas megalómanas, grandes proyectos o con inclinaciones que nunca tuvo, que pueden ser religiosas, místicas o profesionales. El polo opuesto, el de la depresión, es justamente todo lo contrario: la persona está con una actividad disminuida, con el estado de ánimo por el suelo, tiene sentimientos de desolación, desesperanza y sin voluntad para encarar proyectos”, cuenta Jorge Cóppola, del Instituto Nacional de Psicopatología. La alternancia de los polos no es necesariamente pareja: se puede tener un episodio maníaco de dos meses y una depresión de una semana.
Claro que esto no es siempre así. Según señaló Sergio Strejilevich, consejero de la International Society for Bipolar Disorders y director de AREA-Investigación y desarrollo en salud mental, en el 40% de los casos no hay oscilación entre polos sino que se tienen síntomas de la serie maníaca y depresiva al mismo tiempo, por eso a veces resulta más descriptivo el término maníaco-depresivo.
Del cielo al infierno
Muchos libros se han escrito acerca de que el trastorno bipolar en vez de una enfermedad podría ser un "don", dado el alto porcentaje de genios de la humanidad (y, en general, personas con mucho éxito en sus ámbitos); o al menos una "diferencia" cognitiva útil desde un punto de vista evolutivo. Según un estudio de uno de los máximos especialistas a nivel mundial en este trastorno, Hagop Akiskal, mientras los bipolares en la población general no pasan del 4% o 6%, entre escritores llega al 50% y entre los artistas supera el 60%.
Sin embargo, Strejilevich insiste en que es una enfermedad. "En todo caso, podría tratarse de un don útil en términos sociales y no individuales, ya que no resulta ciertamente fácil vivir con semejante trastorno", agregó. Y puso como ejemplos los casos de Vincent van Gogh y de Virginia Woolf, dos conocidos bipolares.
"Van Gogh creó obras que hoy todos admiramos pero ni él ni su familia pudieron disfrutar de ese éxito, y Virginia Woolf sufrió tremendamente y tuvo varios intentos de suicido antes del definitivo; sólo escribió en los intervalos de lucidez”, precisó.
Por su parte, Cóppola agregó que "cuando están arriba son extremadamente lúcidos y muy ocurrentes... si se quedan dentro de la realidad puede irles muy bien. La cuestión es que en los episodios de euforia puede aparecer también la psicosis y ahí la relación con la realidad es igual a cero. La genialidad se pierde, se hacen malos negocios y aparece el despilfarro de dinero, una de las causas de inhabilitación judicial”, remarcó.
Qué tomar. Uno de los grandes vuelcos que tuvo el tratamiento para el trastorno bipolar se dio cuando el médico australiano John Cade descubrió la acción de las sales de litio, hacia fines de la década de 1940. "Cerca del 70% de las personas afectadas por trastornos bipolares puede esperar una recuperación plena y el tratamiento con litio ha demostrado disminuir también la tasa de suicidio", opinó Strejilevich.
Cóppola mencionó también que se pueden usar antirrecurrenciales, justamente para evitar los puntos álgidos de los ciclos. Pero Strejilevich disiente fuertemente: "El litio es el gold standard del tratamiento y salva muchas vidas cada año, las otras medicaciones son tan nuevas que no se tiene el suficiente conocimiento como para avalarlas de este modo.”
La herencia como problema
Según algunos trabajos de investigación, los genes involucrados en el trastorno bipolar serían los mismos que aquellos que predispondrían a una mayor creatividad. Varias familias de artistas son buen ejemplo. No sólo la de Ernest Hemingway, que cuenta con el triste récord de cinco suicidios en tres generaciones de artistas varios, escritores y actrices. Un estudio del norteamericano Fuller Torrey reportó que en mellizos la concordancia de diagnóstico se da en el 14%, mientras en gemelos (es decir, individuos que genéticamente son clones), la misma subió hasta el 56%.
Claro que el autor de 'El viejo y el mar' y '¿Por quién doblan las campanas?', que se disparó un tiro de escopeta días antes de cumplir 62 años, no tuvo la ventaja de vivir en la actualidad, donde los tratamientos médicos han avanzado lo suficiente como para que la enfermedad no haga desear la muerte.
El litio, que hoy es la principal droga para el tratamiento del trastorno bipolar, funciona estabilizando el ánimo al incrementar los niveles de serotonina (un neurotransmisor), que contrabalancea tanto los picos de euforia como los de la depresión. Así es como con un adecuado tratamiento, la vida de las familias y los pacientes con este problema han mejorado enormemente.
Famosos bipolares
Circulan cien listas de bipolares famosos por Internet. Es tan fácil como poner las palabras "famous" y "bipolar" en Google. En inglés, claro. Las listas son sajonas. En España no existen listas, no busquéis. Los españoles… están en el armario.
Encontraréis bipolares famosos en todas las áreas: escritores, pintores, músicos… y también en los negocios. Ted Turner, creador de la CNN, todo un imperio de los medios de comunicación.
Hay cineastas, como Francis Ford Coppola. Y muchos actores. Actrices como Liz Taylor, Sally Field, u otras que ha interpretado papeles tan nostálgicos como la novia de 'Superman' (Margot Kidder) o la Princesa Leia de 'Star Wars' (Carrie Fisher). También actores de la talla de Robin Williams, Ben Stiller o Jim Carrey, por ejemplo. Estos últimos son expertos en emociones. Así Robin Williams borda los papeles humanos en todo el espectro de emociones y sentimientos, mientras que Jim Carrey no tiene dificultad alguna en interpretar la dualidad y, en especial, cualquier papel de maníaco -que a veces se confunde con el de payaso, lamentablemente-, de lo que es un perfecto ejemplo su interpretación en 'La máscara'.
Hay muchísimos músicos. Como Sting, Peter Gabriel.. De Cole Porter se realizó una película biográfica en la que al parecer sólo exhibe su condición homosexual, no la bipolar.
Hay multitud de escritores, algunos premios Nobel. Virginia Woolf, Herman Hesse, Arthur Christian Andersen, Ernest Hemingway...
En España hay más rumores que certezas. El escritor Guillermo Cabrera Infante reconoce su enfermedad abiertamente en la introducción al libro de la periodista Ángeles López (Trastorno Afectivo Bipolar: La enfermedad de las emociones. EDAF. Madrid, 2003). Y de momento, que se sepa, es el único. Hay rumores que apuntan a un par de cantautores, un entrenador de fútbol y a una escritora.
El último bipolar en trámites de ser reconocido en España, y uno de los primeros para inaugurar esa lista, es un político. ¡Cuánto bipolar sin identificar en puestos importantes!.
Ha habido reyes, y hay políticos, por supuesto. Dicen que Churchill fue ciclotímico. Los que están vivos no lo dicen, aunque se rumorea también que nos ha gobernado un ciclotímico... Sería un escándalo. La prensa puede descubrirlos, y se ha dado un caso reciente. El Lehendakari Ibarretxe puso en peligro su puesto porque hace poco hizo público que le diagnosticaron trastorno bipolar.
En todo caso, en este país hay excesivas reticencias a decir "Soy fulano de tal y soy maniaco-depresivo, y me dedico con éxito a tal profesión”.
En Estados Unidos, el estigma es mucho menor. En su cultura está muy presente que el Litio es un medicamento tan usado como el Prozac, el antidepresivo más conocido y toda una moda. Y la cultura del Prozac en los 80 no fue despectiva ni mucho menos en USA (recordemos a Michael Douglas chutándose uno en la película 'Acoso' tan tranquilamente.
Francisco Alonso-Fernández, presidente de la Asociación Europea de Psiquiatría Social, investiga y diagnostica a través de la "Psicohistoria" las figuras del pasado. Francisco de Goya tuvo trastorno bipolar, según su criterio, y Felipe V también.
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